Los equipos participantes suelen ir casi desmantelados, ya que a muchos peloteros les limitan la posibilidad de jugar esta serie, ya sea desde MLB o la liga japonesa, por citar dos ejemplos.
Aparte de eso, los escenarios no se llenan, ni en Puerto Rico, ni en República Dominicana (a menos que juegue el equipo de casa). México es una sede exitosa por naturaleza; allí aman el béisbol y juegue quien juegue, los asistentes plenan las tribunas de entusiasmo y alegría. Venezuela tiene dos experiencias recientes. En el año 2006 se jugó en dos sedes: Valencia y Maracay. El experimento resultó ser exitoso por varias razones: Los equipos tenían prácticas de bateo antes de cada partido, ya que no se jugaba en un solo estadio, así que la preparación física concluía en un desempeño óptimo en el terreno de juego. La asistencia estaba mejor distribuida, porque tenía el atractivo de que podías ir de una sede a otra en menos de una hora. No ocurrió lo mismo en 2010, cuando Margarita recibió la Serie. A pesar de ser un sitio turístico, la receptividad de los fanáticos no fue tan evidente.
En fin, a raíz de las series de 2011 y 2012, en las que el fracaso del espectáculo se hizo más notorio que nunca, surge el debate con más fuerza. ¿Cómo sacamos del coma a la Serie del Caribe? Lo primero que se comenta es que debe incorporarse mayor cantidad de países. Se habla de Panamá, Nicaragua, Colombia y Cuba. Los tres primeros tienen ligas pequeñas pero en constante crecimiento, además de ser semilleros de grandes ligas. Cuba es otra historia. Se habla del poderío de sus jugadores, y que debería ponerse a prueba en un torneo internacional, sin contar los siete títulos caribeños que obtuvieron cuando se jugaba la "primera etapa" de la famosa Serie del Caribe.
Más países implica más competencia, más partidos y por lo tanto, más fechas. ¿Qué se puede jugar en seis días? Muchos sugieren recortar los campeonatos locales para alargar la Serie. Estemos claros, en Venezuela NADIE quisiera que se jugara menos. ¿Se imaginan que en una temporada sólo se jugaran seis partidos Caracas-Magallanes? Imposible. Si alargas más días la Serie, por lo menos hasta el 15 de febrero, tampoco es posible, esta vez por culpa de MLB. Aquí voy a sonar rojo-rojito, pero Major League Baseball, sus contratos, normativas y demás, matan lentamente a la Serie y a las ligas locales. Bueno, ellos le pagan mejor a los jugadores. No hay mucho que hacer. En fin. Vamos a lo que vinimos.
Desde hace años vengo diciendo que la Serie del Caribe debe tomar ejemplos del fútbol (Copa Libertadores, la Champions League de Europa) y ahora del baloncesto (Liga de las Américas). Lo primero: Quitarle a la gente esa mentalidad de decir que ahora los campeones son un equipo del país. Me van a odiar, pero eso es un anacronismo horrible. La Serie del Caribe no es un campeonato de países, sino de equipos. Jamás me ha gustado eso de "Leones de Venezuela" o "Águilas de Venezuela". No, señor. Ustedes no ven que en la Liga de Campeones digan "Real España contra Inglaterra United". Sí, el ejemplo es bizarro, pero así entienden el punto. La serie de selecciones nacionales ahorita es el Clásico Mundial de Béisbol (que también anda con sus detalles, pero ese es otro tema).
¿Qué se puede hacer? Pienso en lo siguiente, y si algún directivo quiere tomar la idea y desarrollarla, bienvenido sea:
- Jugar una "Liga del Caribe", que se desarrolle paralela a los campeonatos locales de invierno. Pueden jugar el campeón y el subcampeón de cada liga, para hacerla más vistosa (Una final Caracas-Magallanes por el título del Caribe sería algo muy alucinante, ¿o no?)
- Al empezar en octubre, los equipos se tomarían de las finales del mes de febrero. Esto resulta muy práctico a la hora de hacer los calendarios y definir las sedes, así nada choca con nada.
- Se puede jugar al estilo "Ida y vuelta", cada uno en sus países. Se ahorran el mal rato de las tribunas vacías, y hace más picante el torneo.
- Se haría un sorteo para definir grupos, como en el fútbol. Un punto más de picante, en caso de que se unan más países.
- Se jugaría una ronda eliminatoria entre octubre y diciembre. Los equipos se quitarían el amargo dolor de cabeza de los refuerzos (en lo particular estoy en contra de esto, porque rompe con la empatía natural de los equipos sólidos, más allá del "espectáculo"). Luego una especie de semifinales en enero, y entre el 2 y el 8 de febrero, la Gran Final. La propuesta más vistosa que he visto es una final a 5 partidos. Están las opciones de elegir una sede fija para la final (que sería rotatoria) o final a 3 partidos en una sede y 2 en otra.
Esperemos que la Confederación de Béisbol del Caribe reciba las propuestas, tome medidas, o termine de matar a la Serie del Caribe, antes de que se vuelva más mediocre de lo que ya es.
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