miércoles, 1 de febrero de 2012

Primarias, Candidatos, Constituyente y otras especies...

No pensé en tocar el tema de la política tan temprano, pero bueno... Hoy leí una carta pública escrita por Manuela Alcalá, en la que expone sus razones para no darle el voto a uno de los precandidatos, específicamente a Henrique Capriles Radonski. Aclaro de una vez, esto no es una respuesta, las opiniones son absolutamente respetables.



Desde un principio he mantenido que 5 de los 6 precandidatos son muy buenos. Ahora diría que cuatro de los cinco que quedan. Cada uno ha manejado una bandera política, cosa que se ve útil tomando en cuenta que el ganador debería tomar las mejores propuestas de los perdedores. Es una unidad, ¿no?

Si analizamos los discursos, el más radical (hasta el punto de caer en cierto absurdo) es Pablo Medina, seguido de Diego Arria, que ofrece medidas de depuración de las instituciones. Luego vendría María Corina Machado; a raíz de su enfrentamiento con Chávez en la AN, vio que la imagen de mujer con pantalones le ayudaba en los números. Por otra parte, Pablo Pérez se maneja al estilo clásico de los partidos tradicionales, evocando aquellas campañas de los 70 y 80, con un discurso que más busca la emotividad y menos la confrontación. Al final se encontraría Capriles. Sus palabras se basan en propuestas de cambio y progreso, sin caer en debates con otros precandidatos o con el propio Presidente.

Pero vamos al caso Capriles. El apoyo de partidos que fueron aliados del gobierno (Podemos, PPT...) evidentemente generan sensaciones de suspicacia sobre las "verdaderas intenciones" del actual Gobernador de Miranda. El apoyo "estratégico" a Ismael García para la alcaldía de Libertador levanta ronchas entre los opositores más fuertes. Si a eso le sumamos que no tiene un discurso duro de confrontación, ni habla de "justicia" contra los abusos del gobierno actual, la cuenta de la oposición dura es que Capriles Radonski es el candidato que Chávez quiere.

En fin, mejor explicación que la dada por Alcalá no hay. Está claro lo que se piensa por aquellos predios. Ahora, si la mejor oferta es la Constituyente, mi pequeña pregunta inicial es: ¿Y cómo rayos piensan convocarla?

Empecemos por el principio. Para convocar a la Asamblea Nacional Constituyente se necesita un decreto donde se llame a Referéndum. ¿Verdad? Ese referéndum lo administraría el mismo CNE que tenemos ahorita. Al tiempo que se hace el Referéndum, hay que elegir a los constituyentistas, y para eso son otras elecciones, con el mismo CNE, la misma distribución de circuitos de ahora (Con la que sacamos más votos y menos diputados, ¿se acuerdan?) Poniendo que se apruebe la creación de la ANC, y que se convoque a un congresillo mientras tanto, los poderes públicos seguirán igual, y en ese trayecto puede pasar cualquier cosa (anulación vía Sala Constitucional, fraudes electorales, entre otros). Y al final, hay que hacer ooootro referéndum para decidir si se acepta la constitución nueva, y la organizaría el mismo CNE. Sólo si se aprueba, y si por suerte se dan los cambios que se quieren, sólo así, se limpiarían todas las instituciones. En pocas palabras: Ni siquiera convocando a una Constituyente (por vía legal) tendremos instituciones limpias desde el principio... A menos que nos saltemos toda la parte en la que nosotros tengamos que votar. Y ahí se vicia todo.

No sé, esto lo saco recordando la ANC de 1999 y me baso en los pasos que dicta la Constitución actual. Si alguno de ustedes sabe otro camino legal y constitucional que yo no haya visto, por favor dígamelo. Mientras tanto digo lo que vivo diciendo: El 12 de febrero podemos elegir al candidato que más nota nos dé. Del 13 de febrero al 7 de octubre no hay más elección: apoyar al ganador de las primarias pero porque sí. Al que hay que vencer es a uno solo.

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