viernes, 19 de julio de 2013

Las Valkirias (Historia de un encuentro)

Sé que aquí me leen cuando posteo algo de política, ya que entre los venezolanos ese es el tema principal (excepto cuando hay temporada de béisbol); hoy me enfocaré en mi primer encuentro personal con un gurú del crecimiento personal y la magia espiritual. Luego de muchos años de renuencia, me planté frente a frente con Paulo Coelho. Advierto, aquí leerás cosas que posiblemente no te gustarán. Si estás preparad@ para una opinión cruda, adelante. Si no, evítate un mal rato y no leas más esto.


A un costado de la mesita de mi computadora (en la que hay un montón de cables, CDs, DVDs, papelitos con cosas escritas sin mayor sentido, documentos, etcétera) yacían dos libritos. Uno titulado "El Libro de las Groserías", todo un estudio sobre las llamadas "palabras altisonantes", altamente recomendado. El segundo era considerablemente más pequeño que el anterior, con una tapa azul y un inmenso ojo azulado que me miraba fijamente. Era un ejemplar de "Las Valkirias" que le obsequiaron a mi hermano menor, quién sabe si fue de buena fe o sólo para trollearlo.

El caso es que él nunca lo leyó. Como a las 10 páginas se aburrió y me lo dejó en esa repisita. El tiempo que estuvo ese librito ahí, parecía que mientras me miraba el fulano ojo, escuchaba esa voz similar lo de los tipos de "Pare de Sufrir" que me decía "ven a mi mundo", y yo con mi cara de repugnancia respondía mentalmente "No me jodas, viejo pendejo". Me refugiaba en el otro libro, de portada colorida, un bufón sonriente y toneladas de groserías con sus respectivos orígenes etimológicos.

Un día, El libro de las Groserías desapareció repentinamente de mi mesita. No había terminado de entender los usos de la palabra "Pepire" cuando ante mis ojos sólo estaba ese ojo maligno. Si hay algo peligroso en el mundo es un hombre ladillado, y más peligroso cuando tiene un libro de dudosa procedencia al frente. Debo aclarar que nunca había intentado leer algo de Coelho, sólo conocía las referencias de la gente, y nadie se ponía de acuerdo. Unos decían que era maravilloso, otros que es una porquería. Di el paso. Tenía que comprobarlo por mí mismo.

Al comienzo me tropecé con una dedicatoria a un nombre escrito en no sé dónde. Me acordé de la esquina de Glorieta, por la Avenida Lecuna. Una dedicatoria a María, supongo que la Virgen, y un fragmento del Evangelio según San Lucas (¿Pensaron lo mismo que yo al leer esto?). Lo primero que menciona es a un tal "J". No sé si sea uno de los Hombres de Negro, pero desde el prólogo el tipo muestra un fetiche hacia esa letra o hacia el tipo o qué sé yo. Advierte que todo lo que será relatado es cierto, incluso habla del registro de una carta equis registrada en la notaría equis. Ya empieza mal el asunto.

Comienza el cuento (o eso creo yo). Supuestamente el tipo se fue con la que presumo era su mujer de mochilero a un desierto más grande que los Médanos de Coro. Iban a una búsqueda. Mientras leo me percato de que aunque la historia es autobiográfica (segúuuuun...), está relatada en tercera persona. Es un recurso válido, pero no sé... En fin, sigo leyendo. Me fijo que el tipo se muestra como el que se las sabe todas incluso cuando no sabe un carrizo, y que la mujer es la propia sumisa con cara de estúpida que le complace los caprichos a su marido, que según y que es mago. Por un momento pensé que el cuento no era de Paulo Coelho sino del profesor Tamao.

Bueh, la historia prosigue. Moteles desérticos, taguaritas, comederos... Llego a una parte en la que la parejita se anima de correr desnuditos en pelota por el desierto a 50 grados de temperatura. En un fragmento dice "y entonces nos sentamos en el suelo"... A ver, con esa pepa'e sol, el arenero caliente, ¿Quién en su sano juicio pone el culo en ese budare natural? Si es hombre, se le fríen los... y si es mujer, una permanente mínimo (Perdonen la crudeza de mi lenguaje, sólo les comparto los pensamientos que tuve mientras me tropezaba con esas letras).

Dice después que perdieron el conocimiento y que alguien los rescató de la muerte. Les pusieron suero y al día siguiente ya andaban paseando de nuevo. ¡Por favor! ¿En menos de 24 horas salen de una insolación, con ampollas en todo el cuerpo, aquel ardor, el culo sancochado y lo único que necesitaron fue suero? En fin. Retomaron la búsqueda. De pronto aparecen unas mujeres a caballo, pegando gritos, aullando como coyotes, encapuchadas, vestidas de cuero y bluyines. Cuando leí esa parte se me vino a la mente una combinación entre "Pasión de Gavilanes", "Las Amazonas" y los Tupamaros. Llegan al comedero donde estaban nuestros valientes aventureros (léase en tono bastante sarcástico), y le dicen al chinito que despachaba que le suba el volumen al radiecito. ¡En todos lados hay un chinito! Eso sí que es verdad. Si no me creen, vayan a comprar cualquier cosa por la Baralt, que dentro de poco le cambiarán el nombre por "Avenida Lim Piao".

La cabecilla del combo de vaqueras repara en el tipo, ignorando a la esposa, se dicen cuatro cosas, y se presentan como "<Mi nombre es M>, <Ay, mucho gusto, mi nombre es S>". Ante esto, la esposa piensa "Le ha dicho su nombre mágico". O sea, de pana que vieron Hombres de Negro y les quedó eso de los nombres que son sólo una letra. ¿Qué tiene de mágico? Y otra vez queda la esposa como la guayabera del cuento. Si iba a estar ignorándola todo el camino, ¿Para qué rayos la lleva de viaje y además la mete en la historia? Y a todas estas, más importancia le daba al recuerdo de J. En fin. Prosigo. 

A partir de este momento la cosa se empieza a poner bizarra. En un fragmento, dicen que se encierran en una cueva (la lideresa, el tipo y la nula), se dicen cuatro cosas y... "Comenzó a bajar el cierre lentamente. No usaba nada debajo. Aparecieron los senos".  ¡Zuas! la tipa le pela las tetas al viejo, delante de la mujer, y la muy gafa no pega ni un grito. ¡Muda!

Después de esto, el tipo se salta la parte en la que pasó lo que sabemos que pasó y que la mujer estaba como una estúpida llorando en un rincón, y brinca a una megatrona que agarró. "Me estoy muriendo, estoy viendo a Satanás".Cosas así. Según el libro, se acordó de la época en la que era piedrero y tenía una mujer que también era piedrera. En una trona casi se mueren y sólo se les pasó cuando se metieron en la ducha y no salieron como por 6 horas de ahí. Leyendo esa parte me acordé de esto: 


Y en esta parte, también andaba con eso de que "Me acordé de J".

Después de más capítulos sin sentido, llegan a una parte como una especie de cañón. De noche. A todas estas dicen que llevaban 36 días paseando por el desierto. En ninguna parte dicen que se encontraron con un coyote o una culebra. Bueno, la cosa es que tienen un encuentro de nuevo con las vaqueras. Según lo que entendí, se metieron algo y empezaron a imaginar cosas. La comandanta le dio al tipo un látigo para que sometiera a una vaquerita en shortcitos y franelilla, y son tan descarados en el relato que dicen que a la pobre chamita le arrancaron la franelilla. A mí no me quedó claro si el asunto era porque la chamita andaba en malos pasos o era Sadomasoquismo. Tampoco me quedó claro si al final del día el tipo le pegó o no le pegó, sólo dice que luego de dejar a la muchacha con las teticas al aire, le dieron una batuqueada y se raspó la quijada. 

A todas estas, el motivo del viaje era porque el tipo quería ver a su ángel de la guarda, y estas vaqueras que pegaban gritos y predicaban en plazas a pesar de que la gente les gritaba "Locas" o "Lesbianas" (esto último era muy posible, pero no sé qué aportaba al relato) le dirían a él cómo debía actuar para ver a su ángel. Lo más triste del caso es que la mujer del tipo, la nula, en un momento dice "Hey, pero ya yo vi a mi ángel, es así, así, y asá". A ver, supuestamente el tipo es el papaúpa del asunto, el que se las sabe todas, y su esposa a la que tenía prácticamente de "Cállate y siéntate" sí pudo hacer lo que él no. ¿Qué idiota publica eso en un libro, sea cierto o no?

Para rematar, el tipo cae en una reflexión sobre lo que le había enseñado un hombre que le seducía con su magia y su poder. El tal J. Leí y releí esas partecitas porque quería saber si era una forma de disfrazar a Jesucristo. Si era el Mesías, pudiera entender el fetichismo del brasileño este. Lo confirmé, no hablaba de Jesucristo. Conclusión: el tipo es un bisexual de clóset.

Y el final: Una noche en el desierto, el tipo empieza a ver luces muy brillantes que surcaban los cielos, con bolas de fuego, ruido ensordecedor, y con lágrimas en los ojos decía "Ese es mi ángel".... Ese tipo jamás vio un desfile militar de noche, ni vio los videos de la guerra en Medio Oriente. Decía que su mujer lloraba de miedo y él no hallaba cómo calmarla. Es obvio, ¿Quién no se va a asustar mientras ve ejercicios militares de aviones F-16 bombardeando el desierto? Ya a estas alturas me estoy ladillando del librito y quedan poquitas páginas. 

En la última parte cuenta que decidió ver el amanecer desde un peñón en el desierto. De pronto escucha una voz que le dice "no voltees", el tipo se quedó quieto, mirando el suelo, y vio que una luz escribía un nombre en la arena y una mariposa se le posaba en la mano. Su mujer y un tipo equis (yo creo a estas alturas que la mujer no era tan gafa) lo rescatan y el tipo les dice que se esperen a que se seque el cemento, como para que no se borrara el nombrecito. A ver, ¿De dónde sacó cemento ese tipo? ¿Cómo sabía que tenía que llevar cemento a la punta de un peñón porque le iban a escribir algo en la arena? Y tiene las santas de decir "Vi a mi ángel". ¡Coño! ¡Si te dijo que no voltearas!, ¿Cómo carrizo lo viste? ¿Con qué ojo?

En el epílogo, explica nuevamente que todos estos sucesos fueron reales y ocurrieron recién terminada la tercera guerra mundial... ¡LA TERCERA GUERRA MUNDIAL! ¿Qué se mete este tipo? Dice que es la guerra más larga, inicia con la separación de Alemania y termina con su reunificación. Cierra con una oda al amor y a que ahora él es un guerrero de la luz. Bueno, ya que es guerrero de la luz, debería venir a desbaratar a los que andan causando los apagones en Venezuela, sería más útil haciendo eso que escribiendo libros.

Al empezar a escribir este post, lo hice para mostrar mi impresión ante un libro "bestseller" lleno de incoherencias, problemas serios de redacción y sintaxis, acontecimientos o situaciones mal relatados y encadenados, una pésima vinculación (o separación) de lo espiritual y lo carnal, entre otras cosas que me hacen concluir que Las Valkirias es un pésimo libro, y que Paulo Coelho es lo que sospeché desde un principio, un pesudoescritor con fama pero sin talento. Es más, tengo entendido que los bestsellers de los últimos tiempos, como El Alquimista (del mismo Coelho), Las fulanas 50 Sombras de Grey, e incluso "Crepúsculo", son publicaciones de muchísima venta pero con una pésima calidad literaria, contrastando con grandes obras literarias como las de Rómulo Gallegos, Stephen King y otros. Incluso Dan Brown, que puede parecer incoherente, tiene mejor uso del discurso, sus historias están bien relatadas. Eso de los bestsellers termina siendo como el reggaetón: muy consumidos, pero sin calidad.

A esta hora, 1:52 de la tarde, el gobierno inició una cadena nacional. No quería hablar de política, en serio, pero me acordé de que Nicolás Maduro es fiel seguidor de Paulo Coelho. Ahora entiendo todo.



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