Vaya forma de desempolvar este blog, con un tema político. Ahora en las redes sociales se desató una especie de conflicto verbal y actitudinal entre opositores. Debo confesarles que me parece absurdo, porque bastante que se luchó por una unidad que dio buenos frutos, como para caer en este tipo de diatribas. Ahora resulta que un sector conocido como "los radicales" decidió levantar una bandera política: Una Asamblea Constituyente. Miren, no es que no me parezca buena idea arreglar los fallos que tiene la Constitución actual... ¡Pero no en estos momentos! Les explico lo que veo.
Para empezar, la convocatoria a una ANC, según la Constitución, se logra con un 20 por ciento de firmas de inscritos en el Registro Electoral, si hablamos de iniciativa ciudadana. ¿Recuerdan lo que pasó la última vez que se recogieron firmas en Venezuela? El apartheid criollo. La lista Tascón, la lista Maisanta y otras perversiones más. Por otra parte, el tema de las huellas, las "firmas planas", los reparos (que fueron una soberana payasada violatoria de cualquier ley y del sentido común) y un montón de cosas más. ¿Creen que con este historial haya alguien entusiasmado en exponer su firma? Ni opositor ni chavista desencantado (que ya hablaré de este sector importantísimo) se van a meter en ese lío.
En tal caso, la forma menos riesgosa de buscar una Constituyente, es creando una mayoría democrática en la Asamblea Nacional, que por si se les olvida, se renueva en diciembre de 2015, o sea, en un año y pico a la fecha de hoy. Aquí el asunto es simple: Elegir candidatos por primarias abiertas (esta fórmula ha resultado sana para el país), y luego votar masivamente. El problema está en algunos que están loquitos por montar tienda aparte, con imagen de "arrechotes" (disculpen la palabra), y con unas intenciones bastante turbias. Aunado a esto, no se encuentra la fórmula para llegarle al sector de desilusionados con el "proceso", con todo y la situación de crisis extrema que se vive y que amenaza con ponerse peor. Todavía cuesta entrar a los barrios y pueblos lejanos, acercarse a la gente y mostrarle que se puede vivir mejor, y es un asunto de falta de iniciativa.
Ahora bien, hay muchos que piensan que "la salida" no es electoral, sino un "coñazo". Es el bendito problema del inmediatismo y la improvisación del venezolano. Toditos andan realengos, sin una coordinación, y creyendo que lanzando una Molotov en una discoteca en San Cristóbal se cae el gobierno (Sí, me refiero al videíto del muchachito este que se cree malote). Comentaba en Twitter que con ese chamo pueden pasar dos cosas. Una: Que es extremadamente estúpido, porque sólo un estúpido usa Skype para decir semejantes barbaridades (Sabemos que hay mil maneras de grabar conversaciones de audio y video); o dos: Que es tremendo infiltrado del gobierno tanto en las luchas estudiantiles de hace un tiempo como en los partidos que conforman la MUD. Digan lo que quieran, ese tipo de personas no son de fiar.
Señores, aquí hay maneras muy honestas, factibles, legales y constitucionales de cambiar el modelo de gobierno que tenemos. Sí, me dirán "Que el CNE es tramposo". Sí, es un guiso total, pero si se sacan muuuuuuuuuchos votos, y se cuidan los votos en las mesas (de paso, este cuidado no se lo pueden dejar a los políticos nada más, nosotros como ciudadanos debemos resguardar nuestros votos), no habrá trampa posible. Una Asamblea Nacional con mayoría calificada sería tanto o más sólida que una presidencia. Pensemos en algo, es más fácil y productivo tener 120 diputados democráticos en la AN con Maduro de presidente que tener a Capriles de presidente con la AN y el resto de los poderes en contra. Además, la Asamblea Nacional puede fácilmente comenzar un proceso de depuración y vigilancia de los demás poderes públicos. O sea, es importantísima. ¿Por qué rayos vamos a pensar en algo tan engorroso como la búsqueda de una Constituyente (que de paso nada garantiza que se gane y puede ser contraproducente si la mayoría pertenece al PSUV) si podemos meter una mayoría evidente en un poder público totalmente poderoso?
No sé, es mi opinión.
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