jueves, 19 de febrero de 2015

50 tonos de gris: Un libro demasiado ídem...

A muchos les extrañará el título de este post, pero resulta que este es el sentido real del libro "50 Shades of Grey", al que se nombra erróneamente por estos lados "50 Sombras de Grey". Dado el boom que ha ocasionado la tan mentada trilogía y que se ha incrementado por la llegada a las salas de cine de su versión fílmica, me tomé la molestia (nunca antes mejor definida) de echarle una ojeada al relato que tiene millones de ventas en el mundo y que ahora ha impulsado la aparición de las greyadictas. Bueno, si perdí mi tiempo leyendo a Paulo Coelho (cuyo análisis pueden leer aquí), no me importaría mucho perder tres noches con tal de criticar con propiedad a un best seller. No me imaginaba qué tan triste sería esta experiencia.


Comencemos por aclarar: Aquí no voy a juzgar el hecho de que sea un libro "erótico", o "Sadomasoquista". Ya he tenido la oportunidad de leer obras relacionadas con ambos temas y pienso que ese tipo de tabúes son poco menos que imbéciles. Me voy a enfocar en la calidad literaria y los argumentos que uno pudiera relacionar con las prácticas sexuales del BDSM,  No daré mayores detalles del texto, me remitiré a comentar por encimita. Si se animan, léanlo y sufran conmigo.

Anastasia es una chica que está a punto de graduarse, y por cosas de la vida, tiene la oportunidad de entrevistar al que vendría siendo el padrino de su promoción, un acaudalado magnate y empresario de Seattle llamado Christian Grey. Este sería el inicio ideal de una historia de amor, un cuento rosa o una telenovela. El asunto está en el nerviosismo inicial de la protagonista. Aquí la autora pudo sacar mayor jugo, si tomamos en cuenta el hecho de que Anastasia es la típica muchacha nerd, que sólo piensa en sus estudios y nada más. Antes de su encuentro con el personaje masculino, lleva una angustia exagerada, como si supiera a quién iba a entrevistar. La cosa empieza a subir en niveles de absurdo cuando se topa cara a cara con Grey. Perdónenme la expresión (y las que vienen), pero ¿Qué probabilidades hay de que estalle un queso a primera vista, y más aún viniendo de una nerd que nunca ha tenido sexo? Y no sólo eso, sino que el tipo enseguida se apoderaba de su mente y le manifestaba con gestos, palabras bajo cuerda y acciones que se la quería echar al pico.

Okey, pongamos que este fragmento es parte de la fantasía y que es válido. De acuerdo. Pero la autora tiene serios problemas a la hora de ilustrar su relato. Si es un cuento erótico sobre todo para mujeres, pienso que la imagen que recibe el lector debería ser "no sé qué me pasa, me gusta, siento cosas nuevas" y no "que me coja, que me folle, que me voltee como una media", que fue lo que percibí al leer. Pasamos del erotismo al cuento porno. Prosigo.

Enseguida comienza la posesión, la vigiladera, el acoso. Grey le comenta a Anastasia que conoce de sus movimientos, con quién anda y dónde, sus rutinas, dónde trabaja, todo. Ella lo sabe, su amiga Kate lo presiente... ¿Y todas se lo disfrutan y ya? A mí no me vengan con eso. En Estados Unidos son demasiado estrictos con el tema del acoso, y una demanda le generaría miles de millones a cualquiera. ¿Acaso ella disfrutaba temerle al tipo? Aquí nos tropezamos con el primer error en torno al BDSM. Una de las reglas de oro del sadomasoquismo reza que el "amo" está obligado a que la "sumisa" se sienta segura, protegida, amada y sin ningún tipo de temores e inseguridad. Esto ni tiene excepciones ni asteriscos. Además, si no existe el común acuerdo entre ambas partes, el "amo" potencial no tiene ningún poder sobre la "sumisa" potencial, así que es muy mal visto que él le ande poniendo detectives y vigilantes todo el día a una muchacha con la que no tiene ninguna relación. Ah, porque el otro tema es que él se lo dice. A confesión de parte... Muy mal la autora en esta parte.

Bien, el tipo como buen archimillonario, se le aparece en su trabajo, le invita a comer, le da un paseo en su helicóptero, la lleva a su mansión. Sin caer en el tema de lo rápido que pasó el tiempo, aquí muestran a un hombre que hace lo que cualquiera sabe que tiene que hacer: Deslumbrar a la mujer que le gusta. Con tanto dinero, obviamente lo logró, y a fin de cuentas termina siendo la raíz del apasionamiento de Ana con Grey. En todo esto, llega la figura del "contrato" o "acuerdo legal" que Anastasia debía firmar para someterse a Christian Grey. Este contrato estipulaba lo que él quería hacer, y alguna que otra cosita que ella quisiera o no. Hay que decirlo, estos acuerdos son reales aunque legalmente no significan nada. Es como para curarse en salud. El tema es que la autora repite tres veces el texto completo del contrato. Sigo leyendo y por fin viene la primera "escena" sexual. Aquí quería llegar, necesitaba ver qué era lo que causaba tanta excitación en las lectoras. Luego del trauma del tipo por enterarse que se había levantado a una virgen, resolvió "darle un polvo" para que conociera qué era un orgasmo. Según el libro le estimuló los senos y ahí se corrió la chica. Luego la desfloró, se volvió a correr ella y él llegó a su orgasmo... Y ya. Esa fue la primera gran escena sexual. Por impulso regresé la página que dura el asunto y releí. No, no me salté nada. Eso fue todo. ¡Qué relato sexual tan miserable y pobre! Y sobre todo ¡Qué primera vez tan pirata!

Debe ser que el hecho de ser hombre influyó para que este acto sexual literario no hiciera mayor efecto en mí. De hecho, la metáfora del centrifugado de la lavadora es la cosa más estúpida que me podía encontrar. En fin, sigo leyendo. Viene la crisis existencial de la chica (cosa muy creíble y hasta normal), "¿Debo o no debo? ¿Qué acabo de hacer?" y demás perlas. En el transcurso del libro se van desenmarañando cosas, como que Grey es adoptado, que fue abusado, que se inició en el BDSM cuando era un adolescente, que nunca ha tenido nada estable y bla bla bla. Ocurren otros actos sexuales tan pobremente descritos como el primero. El de la bañera fue la típica oralidad que todo hombre desea. En esta parte comencé a dudar de que este libro fuese concebido por una mujer. En uno se habla de que Grey le metió las bolas. Sí, unas bolas de metal con las que Ana debía caminar un poco para lograr otras sensaciones o dilatación. Sigo sin llegar a la parte escabrosa que tanto se anunciaba: El cuarto rojo y sus juguetes.

Luego de más y más cuentos rosa, llega el día en que Ana se anima a entrar al cuarto. Con unas descripciones bien tristes sobre el sadomasoquismo y la sumisión, la autora relata el momento en el que Ana es atada. Lo que pensé que sería un paseo literario digno del Marqués de Sade, terminaría siendo una parodia de Bob Esponja. Con razón los practicantes del BDSM se sienten tan ofendidos. Cada vez más aburrido sigo buscando la parte intensa de esta historia. La graduación, el Audi nuevo, el regalo de la MacBook... y un Blackberry. ¡UN BLACKBERRY! Un tipo con todo el dinero del mundo, que compra mansiones como si comprara Pepitos ¿y carga un piazo'e Blackberry? Esos teléfonos que son unas carteras de cuero con cables de calculadora...Una Palm es más digna, caramba. Continúo: El viaje a la tierra de la madre de Ana, el polvo en la casa de los padres adoptivos de Christian, en fin...

Llega la parte cumbre, y es cuando ella decide echarle pichón a la propuesta de Grey, y no sólo eso, decide portarse mal para que él la castigue como es. Esta parte se la dejo a ustedes, pero debo decir que este ha sido uno de los finales más deshonrosamente estúpidos que he leído, visto o escuchado en mi vida. Este libro quedó como el globito de helicóptero que cierra el libro: Espichao...

Ahora bien, en resumen, porque lo que acabo de escribir son ideas sin orden más allá de los capítulos de este fiasco literario: La autora tiene serios problemas de redacción. Parece que quien le hizo las correcciones fue su peor enemigo. No sabe hacer metáforas, ni expresar sensaciones, sentimientos o ideas. Por otra parte, este cuento no tiene nada de escandaloso, excepto por su pésima calidad, así que no entiendo las prohibiciones y censuras en algunos países. Tercero: Aún no entiendo por qué hay mujeres que se encienden con este libro. He de presumir que jamás habían leído un relato erótico, entonces le ponen esta cosa en las manos y deliran. Conozco mujeres que saben de este tema, que han leído el librito y opinan lo mismo que yo: Es un asco. Cuarto: El libro no habla de sadomasoquismo, sino de un tipo desubicado y tan pobre que lo único que tiene es dinero. 

Mi recomendación es que se animen a leerlo, eso sí, no compren el libro, pídanlo prestado, porque no vale la pena que esta señora se esté llenando los bolsillos de billete con un producto tan pobre y gris como su título. 

3 comentarios:

  1. Mi parte favorita fue "Lo que pensé que sería un paseo literario digno del Marqués de Sade, terminaría siendo una parodia de Bob Esponja." jajajaja ¡Buenísimo!

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  2. ???????? Y yo aqui sigo medio perdido, entendiendo a que va el libro... buena critica. Si el libro se hace mas popular talvez metan algún capitulo (o parrafo) en Bob esponja

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  3. ???????? Y yo aqui sigo medio perdido, entendiendo a que va el libro... buena critica. Si el libro se hace mas popular talvez metan algún capitulo (o parrafo) en Bob esponja

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